BBC MUNDO. A pesar de desempolvar una bola de
cristal cada año para predecir qué triunfará y qué decepcionará, el
mundo tecnológico no deja de sorprendernos.
Este año no ha sido la excepción, aunque quizá la línea que separa el éxito del fracaso se ha vuelto más frágil que nunca.
¿Por qué? Porque la tecnología se ha vuelto una
religión, una declaración de personalidad. Pregúntenle a quien tiene un
iPhone cuál es el mejor télefono y luego repitan la pregunta a un
usuario de Android. Las respuestas serán diametralmente opuestas, pero
igual de apasionadas.
Así que a modo de ejercicio, aquí les presento algunos de los
ganadores (o perdedores) de este año, todo según el cristal con el que
se mire. Yo les daré mi opinión y ustedes siéntanse libres de manifestar
su desacuerdo al final de este artículo.
Empezamos con la lista, que no está en orden de importancia.
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