En las lagunas: Yuna, Manatí, La
Enea y Flamenco, al igual que en los ríos, Izabela Yabacao, Yabón,
Cachón de la Rubia, Maguá, Guamira, Higuamo y Arroyo Paña existen
diversidades de ecosistemas como peces, camarones, moluscos, entre otras
que también son refugio de aves endémicas y migratorias y hoy en día se
encuentran en riesgos, debido a la presencia del animal acuático
invasor: pez gato, por su insaciable voracidad.
Los pescadores de Los Humedales del
Ozama han mostrado su intranquilidad, ya que han notado prácticamente la
desaparición de otras variedades que en tiempos anteriores eran
abundantes allí.
Un informe internacional indica que
existen unas 2.200 especies de pez gato, de las cuales 1.200 viven en
América del Sur, donde también se les llama Bagres.
Según las versiones del
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la casta llegó a los
ríos y lagunas del país de manera ilegal a través de un ciudadano de
origen chino, quien consiguió un permiso para la importación de anclas
de ranas; pero, que de forma ilícita lo introdujo en las áreas de crías
cercanas a la presa de Hatillo, en la provincia Sánchez Ramírez.
La proliferación de este animal invasor
en las fuentes acuíferas del país se debe en gran parte a las
inundaciones, debido a que escaparon de los lugares de alumbramientos en
la presa y otras personas sin conocimiento del daño que produciría, la
llevaron a distintas localidades, en especial en la región Sur.
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